Todos los días hay que recordar para no estar muertos.
El 24 de mayo de 1941 murió en Paterna Juan Bautista Peset Aleixandre, Rector de la Universidad de Valencia, condenado a muerte por los vencedores de la guerra civil y fusilado por el delito de “adhesión a la rebelión”. La ciudad de Valencia le ha dedicado un hospital y una avenida, la Universidad guarda su recuerdo, pero en las instituciones políticas y en la sociedad civil sólo veo nubes de olvido y silencio.
Reproduzco el final de un artículo titulado: Peset Aleixandre i la memòria democràtica firmado por Gustau Muñoz que aparece en el diario EL PAIS de hoy:
“No és una exageració trobar una genealogia entre la València que cremà la família de Joan Lluís Vives, la que executà el mestre Ripoll, la que aconseguí l’afusellament de Peset, i la que, als anys de la transició i posteriors, perseguí, agredí, insultà i posà bombes contra coneguts intel·lectuals. És tota una manera de fer, un menyspreu per la cultura, la raó i la civilització, que continua arrelada i present avui mateix en actituds prepotents i viscerals, enormement agressives, fomentades, potenciades i finançades a mans plenes. Només cal obrir una mica els ulls i deixar d’autoenganyar-nos. La clarificació col·lectiva resta pendent. I en dies com aquests faríem bé de tenir-ho present”
¿Por qué cuando el olvido y el silencio se apoderan de una sociedad, la historia se repite?
4 comentarios:
nubes de olvido y silencio nos carcomen como humanos, será que se repite por un ajuste de cuentas o porque así lo merecemos.
Besos literarios.
Ese por qué es la respuesta, la pregunta es.. por qué hay quien elige el silencio y el olvido?
Hay quien prefiere estar vivo, verdad? y no olvidar...
Un beso!!
Pues en referencia al artículo que mencionas, después de leerlo dos veces ayer y otra hoy (porque cuando disiento intento estar seguro) debo decirte que si creo que es una exageración. Mezclar a Vives con peset con la actualidad se me anytoja un intento de congelar a la historia en una visión malintencionada, pese a la buena o mejor intención del autor.
Porque, sin conocerlo ni saber cuales son en realidad su méritos como analista histórico, creo que vivimos en mejores, pero mucho mejortes tiempos que aquellos. Y que las raíces del primero de los casos son absolutamente antagónicas del segundo y por supuesto del de hoy.
Pienso que la convivencia no necesita incendiarios, y el autor del artículo, me temo, lo es, faltando además al rigor de la cultura.
...y el olvido está lleno de memoria.
Y nuestras nubes susurran y gritan que estamos vivos.
Qué ganas!
Abrazo
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