Hay escritores como el inglés Brian Stanley Johnoson (1933-1973) que disfrutan de un reconocimiento pobre y esporádico mientras viven, y por esto fuera poco después se hunden en la niebla espesa del olvido.
Escribió historias que daban al lector la oportunidad de fabricarse, con el material literario que el ofrecía, otras historias con su propio desarrollo. Su libro Los Desafortunados fue publicado en 1969 en una cajita de hojas sueltas que el lector podía intercambiar como deseara, en cierto modo podía “fabricarse” su propio libro-objeto único (Cortazar en 1963 se adelantó con su Rayuela aunque en formato de libro cosido). En este relato B.S.Johnson expone de forma subjetiva sin grandes artilugios literarios, a partir de recuerdos, la verdadera historia del conocimiento y muerte por una enfermedad cancerosa de su amigo Tony. Sujeta la historia elegíaca a un principio y fin determinado pero todo el cuerpo del relato, dividido en veinticinco partes sin numeración, describe una crónica periodística de un partido de fútbol y el itinerario marcado por la enfermedad hasta la muerte de su amigo, la memoria de la enfermedad. Corresponde a una historia humana convencional un formato literario informal porque todo el relato se abastece de recuerdos y los recuerdos son espontáneos, desordenados, únicamente atados al inconsciente. Quizás sea el reflejo de nuestra propias vivencias, somos conscientes de lo finalizado y de los primeros recuerdos, luego vamos dibujando una colección de imágenes intercambiables, si queremos ordenarlos tenemos que poner en juego otras reglas de la memoria temporal.
B.S. Johnson si buscaba el éxito no lo halló, publicó seis libros alguno alabado por Samuel Beckett , y para acabar su propio relato en 1973 se suicidó.
3 comentarios:
Acabo de hacerme un copy del post, destino mi jefe. El formato que describes me ha encantado...y creo que tiene hueco en el mercado...
Te contaré en que quedamos el jefe y yo,
Besos,
Hilda
Creo que estoy estresada...
Quizá falta un libro, escribir una historia de cómo ordenar los recuerdos, que tomen orden en el presente.
Te expreso, que la narració titulada "Desde el Micalet" no la olvido, me gusto en demasía, te visito y vuelvo a ella. Gracias por regalarme tantas sensaciones.
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