29 de abril de 2010

De libros con Stendhal y Coetzee


Ya es una ceremonia, no hay año que evite la feria del libro. Y lo curioso es que para mí todos los días que puedo, me acerco a las librerías.

Este año han sido dos libros muy diferentes, pero por dos de los grandes.



"Verano" de J.M. Coetzee 

Autobiografía en forma de cuestionario periodístico escrito por el propio autor. Leo, al hablar de Sudáfrica:

¿Qué habría sido lo bastante utópico para él?
El cierre de las minas. El arrasamiento de los viñedos. La disolución de las fuerzas armadas. La abolición del automóvil. El vegetarianismo universal. La poesía en las calles. Esa clase de cosas.



 "Roma, Nápoles y Florencia" de Stendhal.

Abro la página en la que escribe el narrador viajero:
7 de abril de 1817.-
...Todas las almas generosas desean ardientemente la resurección de Grecia, pero se obtendría algo parecido a los Estados Unidos de América, y no el siglo de Pericles. Llegamos al gobierno de la opinión; así que la opinión no tendrá tiempo para apasionarse por las artes. ¿Qué importa? La libertad es lo necesario, y las artes algo superfluo, de lo que muy bien puede uno prescindir.

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25 de abril de 2010

La cólera canta, oh diosa, del Pelida Aquiles


La lanterne des morts, Sarlat 2010.
"Aquiles ha perdido toda piedad y no tiene ningún respeto, don que a los hombres causa un gran daño o un gran beneficio." (La Ilíada, Homero)

Vuelve estos días, en este país de envidiosos, el antiguo deporte fratricida . El deporte de tirarse los muertos a la cabeza, un deporte que tradicionalmente gana el que más dolor causó.

¿Es posible vivir "en paz" con la certeza de que haya miles de cadáveres escondidos en cunetas y terraplenes? 

Me llama la atención el argumento leguleyo de que se pactó una ley en los años setenta para evitar esto, argumento que se obvia cuando se refieren a otros lugares, por ejemplo Israel, que violan todas las leyes internacionales necesarias para preservar "su paz".

En Sarlat hay un monumento del siglo XII, La lanterne des morts, que bien podría servir de modelo para construir, en todos los lugares donde se sabe con certeza la existencia de cadáveres, y así al menos reconocer su existencia. 

Por cierto, el arquitecto Jean Nouvel (1945) vivió de niño en Sarlat, durante la postguerra, y quizás este edificio lo asoció a la muerte. Asoció al horror con el futuro por eso lo reconstruyó en Barcelona.


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15 de abril de 2010

República de verdad

Pl. Saint Louis, Perigueux

"El mejor de todos los hombres es el que por sí mismo comprende todas las cosas; es bueno, así mismo, el que hace caso al que bien le aconseja; pero el que ni comprende por sí mismo ni lo que escucha a otro retiene en su mente, éste, en cambio, es un hombre inútil"
(Aristóteles, Ética Nicomáquea)

Creo que vivo en un país de sordos, con instituciones públicas sordas, con políticos sordos, porque parece que nadie escucha a nadie y así poblamos el paisaje de ciudadanos inútiles, personajes incapaces de pensar por si mismos.

Quizás todo esto se haya generado por el furibundo anarco-capitalismo, tan arraigado en otras muy poderosas latitudes, defensor de la privacidad y la insolidaridad e incapaz de promover un sentimiento de pertenencia republicana, de primacía del bien común.

Un célebre consejero del tribunal de Perigueux decía:
Es forzoso perjudicar particularmente si se quiere beneficiar al conjunto, y hacer injusticia en cosas pequeñas si se quiere hacer justicia en las grandes.
(Montaigne, Ensayos

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13 de abril de 2010

De repente, Vila-Matas

Día lluvioso y gris en Valencia para poder sacar mejor del fondo de la memoria, donde quedan restos de recuerdos, los mejores momentos del viaje por el Perigord y Aquitania -la Francia encantada en no ser parisina, que ayer terminó.



La mayor sorpresa fue encontrarme con el admirado Vila-Matas en la librería Ombres Blanches de Toulouse. La presentación de su libro ante un grupo de lectores me resultó algo fatigosa, mi francés es muy sencillo en lo escrito pero casi nulo oralmente.



Hubo algún momento que me pareció oír a Riba -en un viaje a Lyon quiere desarrollar toda una teoría sobre la novela -, cuando V-M se explayó en el tema de las relaciones que se establecen entre el personaje principal y el autor -al estilo Flaubert: el personaje principal habla siempre del autor, aunque también estableció una similitud entre la verdad y el caos porque quizás la ficción nos acerca mejor a la verdad que tenemos delante: el caos es la verdad. Es posible que nuestras vidas, el mundo entero fuera un auténtico caos si únicamente existiera la verdad.

En la mesilla de mi  hotel reposaba su Dublinesca y no quise, al término del coloquio, dejar pasar la oportunidad sin saludar al editor camuflado de autor y pedirle un autógrafo sobre el cartel anunciador de su presentación.  Al saludarle me comentó que estas giras por las librerías le permitía conocer a algunos blogueros como en Zaragoza que habló con Innisfree



Aquella noche, en el Hotel Mercure de la plaza Saint Georges, apagué la luz después de leer:
"Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés y los lectores les fallan a los escritores cuando sólo buscan en éstos la confirmación de que el mundo es como lo ven ellos..."
 He admirado siempre a los escritores que emprenden, en sus libros, un viaje a lo desconocido y, como todos los viajes, la vuelta es el encuentro consigo mismo.
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