Killarney, Julio 2010 |
No recuerdo quién dijo que a determinados actos se les llama patrióticos o populistas según el plumero del comunicador, esto nos pareció aquella noche.
Cuando cae la noche irlandesa, la ciudad se vuelve jesuítica, es decir, taimada. Enmudecen las campanas de sus iglesias cristianas y comienza la música alegre de los bares.
Aquella noche, en Killarney, fuimos a un bar con músicos al igual que algunos turistas extranjeros y familias enteras de alegres irlandeses de todas las edades. Todos cantan y aplauden a la sombra de sus pintas de cerveza.
En la pared cercana a donde nos sentamos vi la estampa enmarcada de un Corazón de Jesús con sus aniñadas manos que señalan el cielo y sus entrañas cardíacas. Al terminar las actuaciones musicales, todos se ponen en pie y entonan, serios y sonrojados, el himno nacional del país. Unos se van, pero la mayoría sigue apurando su pinta de cervez negra.
En la calle el silencio marca los ritmos de los peatones que van a sus casas.
1 comentario:
LA DIFERENCIA ENTRE UN BURGUES VIAJE INTERNACIONAL AL MODESTO VIAJE PENINSULAR.
Buen viaje bribón a tan hermosos parajes, quedé yo en tierra celta gallega y encontré a caminantes peregrinos en busaca de la absolución, incluso supe de políticos destacados abrazando al santo Santiago matamoros, o manifestando plegaria del “yo pecador “ sin arrepentimiento tras los golpes en el pecho. Cristos en los bares no, aunque fui informado de que preparan un brebaje denominado “queimada” donde desperdician el aguardiente haciéndolo arder mientras conjuran a diablos y brujas.
También estuve en Andalucía y conocí bares con cabezas de toros y disecados animales de caza, mezclados con cuadros de Vírgenes y Santos, el andaluz bebe menos cerveza que el irlandés, más toman más vino, muchas gambas y mucho más jamón que los tristes celtas. Cantan diferente, y nunca el himno del país porque hasta en eso estamos enfrentados, no tiene letra, y cuando suena los que somos mayores tatareamos: …. que cara de borrico que tiene Usted, parece un roque tres, lleva la alfalfa en la mano derecha solo le falta rebuscar, y alguien desde el fondo sale por peteneras con un himno de regantes, o algo así porque estaba destinado al riego: subirán los curas y frailes, cantando libertad, libertad.
Oye que me alegro un montón por ti, aunque siento envidia de no poder alcanzar ciertos estándares, claro que si tuvieras cuatro nietos como yo, otro presupuesto te cantara. Bienvenido
Florián
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