Cerca de Killarney, camino de Lord Brandon's Cottage, vi una casa abandonada. En aquel paraje montañoso, con una lluvia que sin ser molesta nos impulsaba a caminar más deprisa no pude dejar de mirar por la ventana desvencijada.
Y allí estaba, como una obra del borrachín de New York, en manos del tiempo por gracia del abandono de los pobres que se fueron a mejores tierras. Irlanda un país que eleva monumentos a sus próceres y a sus hambrunas.
Igual que Pollock, el tiempo, no pinta una imagen plasma una acción, que es lo que el paseante puede ver en aquella humilde casa abandonada cerca de Killarney, cuando la suave lluvia de agosto abrillantaba las paredes abandonadas.
1 comentario:
Has conseguido que añore la lluvia. ¿Pero cuánto tiempo hace que no veo llover? Demasiado.
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