14 de marzo de 2010

La grasa pegajosa


Pasear por Cantavieja, Mirambel, Iglesuela es caminar por la historia que se arrastra por el paisaje como un dinosaurio mudo. El olvido invernal en el que duermen poblaciones tan ancianas llega a dar miedo, miedo por lo que ahora adormece a las ciudades actuales, el continuo vivir en la mentira.

Vuelves a la ciudad y ves la grasa pegajosa que cubre todos los espacios construidos para la convivencia.  Esas miradas de odio al otro que tanto daño ha dejado en la piel de este país.

Se muere un hombre bueno, Miguel Delibes, todos lo lamentan, pocos se creen lo que sus libros proclamaban, la vida sencilla de los más humildes.

Como diría Peter Handke: La grasa que se me atraganta: España.

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2 comentarios:

zaloette dijo...

Interesantes comentarios que son de grata lectura.

Clarice Baricco dijo...

Se fue un grande.
Me quedo pensando en lo que mencionas. Algo parecido sucede acá.


Abrazos.