26 de julio de 2011

Hojas de estío 2011. Utøya




Las noticias llegadas desde Oslo no han impedido que den su paseo diario hasta el banco para poder contemplar el ir y venir de las olas. Estas olas sin memoria de otras matanzas como la de Utøya

Se sentaron  en el banco al final de la tarde, cuando la luz de julio aun viva se despide sin prisas. El perro tomó posición entre ellos atento al escenario que vibraba cercano.
Quieren arrancar historias a las olas que como la espuma cubren su rutinario vaivén,  historias de amores rotos, de conciencias manchadas, de crímenes silenciados, de parejas de amantes, de infancias alegres, canciones olvidadas, abrazos cálidos, amigos encontrados.

Oleadas de historias que comienzan y nunca acaban del todo, final abierto mientras haya unos ojos y unos oídos atentos a las llamadas y unas bocas abiertas a las preguntas ¿Por qué? ¿Hasta cuando?...

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