19 de febrero de 2011

TV3 en Valencia: SIN SEÑAL



Julien Gracq es un artista de imágenes del silencio cómplice. Leer El mar de las Sirtes, es encontrar un tesoro de palabras  que deforman un mundo absurdo pero real para entender algo tan sencillo como la vida que nos rodea.

Ahora en la Valencia (España), mea pilas, petardera y pecadora, el señor que la gobierna democráticamente ha dado la última lección de su buen hacer en pos de la libertad y la justicia: ha cerrado por asfixia una cadena de televisión española que no era de su cuerda. Y  en la ciudad, con palabras robadas a Gracq, se hizo un silencio torpe y cansado.

Sigo con Gracq y su relato "marino" cuando habla de unas sombras negras que en la historia se funden con la desgracia de ese pueblo:
la historia de un pueblo está jalonada acá y allá como con piedras negras por ciertas figuras de sombra, condenadas a una execración particular, menos por haberse excedido en le perfidia o la traición, que por la facultad que, contrariamente, parece concederles la perpesctiva del tiempo de fundirse hasta llegar a formar un solo cuerpo con la desgracia pública o la acción irreparable, que, manifiestamente, y hasta más allá de lo que de ordinario le es dado al hombre, han asumido total y plenamente en la imaginación de todos.

1 comentario:

J. G. dijo...

...ese libro me hizo buscar espontáneamente todo el resto de su obra. No te la pierdas si puedes, incluso esos que parecen agotados en librerías, vale la pena encontrarlos de segunda mano incluso.