Le dan el Premio Nacional y dice que su último libro son puñeterías de lingüista. Un escritor que abandonó la narrativa para seguir escribiendo de lo que más le interesa, sin pensar en sus posibles lectores. Puñeterías de lingüista y luego desaparecer entre las sombras del paisaje soriano.
Hace quince años leí su "Vendrán más años malos y nos harán más ciegos", luego han venido otros pero de aquel releo párrafos resaltados como este:
(Anti-Goethe.) A nadie podría sentir yo más ajeno y más contrario que al que dijo:"Gris, mi querido amigo, es toda teoría;/ verde, en verdad, el árbol dorado de la vida" Siempre me ha parecido a mí, por el contrario, ser la vida lo gris, y aun lo lóbrego, lo siniestro, polvorienta y reseca momia de sí misma. Verde, tan solo he visto, justamente, el árbol ideal de la teoría; dorada, sólo la imaginaria flor de la utopía, que brilla entre sus ramas, como una bombilla temblorosa e impávida, desafiando la ominosa noche, en la ciudad bajo los bombarderos.Y en esto estamos, en seguir alumbrando las doradas flores de la utopía como bombillas temblorosas, con un lenguaje preciso y el ritmo de las ideas saltando por entre las palabras como un jovencito con patinete aunque tenga más de ochenta años.
No tengo balanza para pesar estas lumbreras, pero en mi humilde opinión es el mejor escritor vivo de lengua española.
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