Hago memoria y no recuerdo momentos con palpitaciones, quiero recordar vivencias en que el corazón me haya dado un vuelco y no puedo, ni siquiera en sueños.
Es posible que mi ritmo de vida no se enfrente a situaciones que puedan provocar esas tensiones, porque ya no siento rencores o pasiones desde que ya no trabajo y eso en mi lento caminar me crea un estado de quietud peligroso, por así decirlo, ahora sin sobresaltos pero con la suerte, la fortuna, al acecho sobre mi cabeza como una maceta de jeranios en un día de vendadal. Lo cierto es que parece como si fuera mejor vivir con suerte que ser un hombre bueno (W. Allen) sin palpitaciones y a eso se llega despacio pero con la mirada curiosa de miedos y con las manos agarradas a un libro y los ojos a los ojos de los otros.
Es posible que mi ritmo de vida no se enfrente a situaciones que puedan provocar esas tensiones, porque ya no siento rencores o pasiones desde que ya no trabajo y eso en mi lento caminar me crea un estado de quietud peligroso, por así decirlo, ahora sin sobresaltos pero con la suerte, la fortuna, al acecho sobre mi cabeza como una maceta de jeranios en un día de vendadal. Lo cierto es que parece como si fuera mejor vivir con suerte que ser un hombre bueno (W. Allen) sin palpitaciones y a eso se llega despacio pero con la mirada curiosa de miedos y con las manos agarradas a un libro y los ojos a los ojos de los otros.
Palpitaciones cuando pienso y siento más rápido que mi propio ritmo... como si fuera ese ritmo el de las mareas, el de las nubes en el cielo, el del lento crepúsculo, el de las olas que se acercan, el del viento que arrastra un reflejo de agua sobre la arena, y como si yo pudiera alcanzar ese ritmo cuano me introduzco en esos fenómenos al respirarme, al mirar mis zapatos, al respirar cada vez menos.
(Peter Handke)
2 comentarios:
Uff..ahora sí me dejaste pensando (más y más). ¿Será que yo pueda alcanzar ese grado que escribes?
Me encantó la imagen de Munch. No la recordaba.
Abrazos.
hay un cuadro de Magritte con una roca inmensa flotando sobre el cielo, creo que se titula algo así como "el sentido de realidad", en un libro un analizante decía que vivía con la imagen de esa roca a punto de caerle en la cabeza...
como ese acecho del que hablas, con la maceta de geranios frente al vendaval (preciosa imagen)
yo creo que ese acecho puede ser subjetivo y vivir dentro de uno,
también con los chinos he aprendido a escuchar las palpitaciones en lo meramente contemplativo, en lo insípido, en lo silencioso, en lo aparentemente anodino,
que disfrutes de esos nuevos ritmos, bonito post
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