A menudo he oído decir -aunque lo ignoro- que no fue la que tuvo la mejor voz. Pero supo conjugar una voz prodigiosa, interpretación y belleza, además de su capacidad para cantar una ópera entera día sí, día también. A mí sencillamente me parece extraordinaria.
Petrusdom: nadie como ella cuando era ella y nadie hoy cuando es mñas que un mito: una leyenda. Puede ser que haya quien cante como ella o se parezca a ella físicamente, pero llegar a leyenda garantiza un cielo propio, inaccesible. Y yo me rindo en su puerta. Busco siempre donde encontrar la voz de la Callas. Hay dioses, caramba si los hay.
La admiro y quiero por hacerme sentir ese torbellino de emociones cuando la escucho. Nadie cantó el aria de mi nick como ella. Fascinante mujer y artista. La mejor. Saludos!
Su mito no lo construyó su voz, sino la suma de muchos indefinibles que sólo acertamos a captar de manera intuitiva a través de alguno de sus gestos, de esa nota cantada de manera más humana que musical, de su cuerpo frágil contradiciendo su mirada dura...
7 comentarios:
¡Magnífico!
Pobre mujer, no fue nada feliz.
Muchas gracias por deleitarme con la mejor.
Un abrazo desde la Enterprise.
A menudo he oído decir -aunque lo ignoro- que no fue la que tuvo la mejor voz. Pero supo conjugar una voz prodigiosa, interpretación y belleza, además de su capacidad para cantar una ópera entera día sí, día también.
A mí sencillamente me parece extraordinaria.
Gracias por regalarme un silencio maravilloso.
Saludos.
Petrusdom: nadie como ella cuando era ella y nadie hoy cuando es mñas que un mito: una leyenda. Puede ser que haya quien cante como ella o se parezca a ella físicamente, pero llegar a leyenda garantiza un cielo propio, inaccesible. Y yo me rindo en su puerta. Busco siempre donde encontrar la voz de la Callas. Hay dioses, caramba si los hay.
La admiro y quiero por hacerme sentir ese torbellino de emociones cuando la escucho. Nadie cantó el aria de mi nick como ella. Fascinante mujer y artista. La mejor.
Saludos!
Su mito no lo construyó su voz, sino la suma de muchos indefinibles que sólo acertamos a captar de manera intuitiva a través de alguno de sus gestos, de esa nota cantada de manera más humana que musical, de su cuerpo frágil contradiciendo su mirada dura...
De la Callas, y teniendo en cuenta que no entiendo lo suficiente de música, reconozco la pasión humana.
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