Hay que empezar a escribir igual que de niño, despacio, cuando aprendías a caminar sobre tus dos pies. Miras al frente, sonríes pero tienes miedo de que al caer te hagas daño. Miedo al dolor, al escribir.
Mirar a los que te rodean, o a los que tú buscas para que te rodeen y aprender a ser claro, conciso y amplio en lo que quieres explicar o informar al mundo mudo.
El tema que puede interesar a muchos y a muchas, temas que inciten a la reflexión, a la fantasía, a la curiosidad, a la duda, al desasosiego, a la lucha por la felicidad, a la poesía como en la Grecia clásica.
1 comentario:
poquito a poquito como el bebé en su primeros pasos...aprendiendo a admirarse de todo...
Monique.
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