29 de diciembre de 2008

Un jardín sin cerezas



No hay nada mejor que ir al cine una tarde de lluvia urbana y fría, ver una película francesa y sentir al salir de la sala que el mundo es un poco más diferente. Ayer vi la película de Olivier Asayas, que no conocía, "Las horas del verano"(L'heure d'ete) y me agradó.

"Las horas del verano" es una historia en tres movimientos: el primero, todos juntos, introducción a la vida de los personajes en la vieja casa, (flota en el aire A.Chejov); el segundo el derrumbe de un mundo lleno de recuerdos, sentimientos y de belleza por los objetos ;al final el de un mundo juvenil actual, distinto pero lleno de esperanza.

Creo que el mensaje, que flota en toda la historia, es demasiado evidente y le falta ese toque poético que por ejemplo le da Eric Rohmer a sus películas. Esa evidencia es por otra parte demasiado manida: la globalización, el individualismo, los recuerdos como algo desechable, la rancia Europa.

El mejor momento, para mí, es el rostro transformado fotograma a fotograma de Juliete Binoche por el dolor de la muerte de su madre. Entonces te viene a la cabeza tu propia vida, tu pequeña historia, el futuro y esto te emociona porque te sientes "Chejoviano", humano, demasiado humano.

25 de diciembre de 2008

Harold Pinter, dignidad



Cuando miramos un espejo pensamos que la imagen que nos ofrece es exacta. Pero si te mueves un milímetro la imagen cambia. Ahora mismo, nosotros estamos mirando un círculo de reflejos sin fin. Pero a veces el escritor tiene que destrozar el espejo -porque es en el otro lado del espejo donde la verdad nos mira a nosotros.

Creo que, a pesar de las enormes dificultades que existen, una firme determinación, inquebrantable, sin vuelta atrás, como ciudadanos, para definir la auténtica verdad de nuestras vidas y nuestras sociedades es una necesidad crucial que nos afecta a todos. Es, de hecho, una obligación.

Si una determinación como ésta no forma parte de nuestra visión política, no tenemos esperanza de restituir lo que casi hemos perdido - la dignidad como personas.



Estos párrafo finales de su discurso ,al recibir el Premio Nobel, en el año 2005 creo que resumen de forma muy clara el compromiso, que tenemos todos, para recuperar la dignidad que algunos políticos se empeñan, todos los días, en arrojar al basurero de la historia.

Yo no sé si sus obras teatrales, sus poemas, sus escritos en la prensa pudieron influir en la vida social de su país, pero como todos los creadores importantes algún día sus palabras serán leidas por nuevos lectores. ¿Quién recuerda a Martin Van Buren, octavo presidente de los Estados Unidos y responsable del exterminio de la cuarta parte de los indios Cherokeee? Por aquellos años un poeta escribía estos versos de su libro "Leaves of Grass":

"Me celebro y me canto
Y aquello que yo me apropio habrás de apropiarte,
porque todos los átomos que me pertenecen también te pertenecen"

Walt Whitman todavía es leído por los que creemos en la dignidad del ser humano y en la naturaleza que nos acoge aunque la estemos destrozando.

23 de diciembre de 2008

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(Vía Wired)


Vivimos tiempos de miedo a compartir, a la libertad y los oficiantes del "profit" sacarán otra vez del armario antiguos fantasmas, se retorcerán los significados de palabras pero, muchos confiamos, al final los cenizos regrasarán al desierto.

20 de diciembre de 2008

La torre mirador


Cuando sonó el teléfono, soñaba que en lo alto de la torre de la rotonda en construcción había una gigantesca pantalla de televisión. Pasaban imágenes mudas de las víctimas del accidente de metro de la Línea 1, se veía como orinaban algunos políticos afortunados por la lotería de la corrupción, se publicaban las cifras gastadas en la visita del Papa el mismo año, mostraba la fotografía de todos los trabajadores muertos en accidente laboral, las fosas vacías de la guerra civil con los nombres de todos los fusilados ahora dignamente sepultados.
Una voz de mujer rebotó en mi oído casi dormido:
- Me llamo Luciana Fillola y quisiera informarle que ha sido agraciado con un lote de libros de Susana Tamaro si responde correctamente a una pregunta que la voy a hacer. ¿Quiere usted participar?
Colgué angustiado, salí a la terraza y miré la torre en construcción. Un obrero había desplegado una pancarta que con grandes letras decía :


De una cosa sólo Dios está privado: de hacer que no se haya realizado lo que ya está hecho. (Agatón)

Cuando terminen la torre mirador podré ver el mar, el mar que ellos mismos me han tapado con sus obras, pero ese mar ¿será el mismo de Aristóteles y Kavafis?

La casa



  1. Cerca de casa vi un pintor con su caballete y sus pinturas tratando de plasmar en su lienzo la luz que en aquel instante alumbraba la vieja villa campestre ahora oficina municipal. Los colores reflejaban muy nítidamente las sombras de las palmeras que rodean el edificio, pero no vi ninguna sombra humana, nada que informara de la vida que pulula cerca de esas paredes, los paseantes con sus perros, los chinos del cercano restaurante, los viejos con sus nietos, los ecuatorianos con sus papeles del censo. El cuadro cuando esté terminado, es posible que ilumine la sala de espera de algún notario lleno de pliegos y escrituras; el cuadro si no es de firma conocida terminará en una tienda de muebles de segunda mano.
  2. Ayer mi amigo Cle me hablaba de su afán por captar los recuerdos de su infancia en Salamanca, atrapar esos recuerdos con ayuda de la palabra escrita y de los colores de sus acuarelas. Las palabras y las pinturas le obligan a recordar. Decía Borges que rescatar recuerdos es una labor de creación literaria, al elegir las palabras concretas que los describan estamos inventando nuevas sensaciones referidas a unas imágenes que creemos reales pero que jamas existieron. Lo maravilloso es que cuando alguien las lea, a su vez, creará un mundo imaginario que quizás provoque, en sucesivas lecturas, que aquellos recuerdos de un profesor jubilado sean inmortales.
  3. Creo que Borges hablaba de vivir, porque no es imposible el suicidio de la humanidad, con el sentimiento de ser inmortales. Ese ansia quizás sea la llave que ayuda a pintores y escritores a trascender su vida atrapada entre el cielo y la tierra. Esa quimera borgiana se mantendría mientras las palabras sean leídas y las pinturas contempladas y no destruyan las casas y sus habitantes no se vayan.
  4. Decía Ingeborg Bachmann en uno de sus poemas:

Estar permanentemente en las palabras, quieras o no,
Estar siempre vivo, lleno de palabras por la vida,
como si las palabras estuviesen vivas, como si la vida fuera
palabra.

Para estar siempre vivo, lleno de palabras de vida, y de paso ayudar a superar la actual crisis he firmado un manifiesto contra las armas nucleares aquí: Global Zero.

14 de diciembre de 2008

Saña con vértigo

Hoy he visitado la exposición del IVAM de Valencia, INDIA MODERNA. Todo un abismo abierto a los ojos de una cultura que es muy difícil comprender y que quiere superar, las limitaciones de su grandeza con los avances de la técnica, yo creo que lo conseguirá. Lo conseguirá si antes los imperios fácticos de siempre no se lo impiden. India es la máxima expresión de que se puede trabajar para convivir en el seno de una sociedad con cientos de idiomas, pueblos, culturas y de religiones. La base de todo está en el reconocimiento del otro.

Entre las muchas obras expuestas hay una que pasa un tanto desapercibida, porque no huele, que es como un tapiz colgado cerca de la pared, tapiz hecho con bostas de vacas que viene a mostrarnos algo muy cotidiano en la realidad de muchas regiones de India, la convivencia de lo sagrado con la suciedad.

En la muestra hay algunas fotografías del pasado imperial inglés en aquellas tierras, la miseria de los poblados y la figura enclenque de Gandhi, precisamente su asesinato en 1948 es uno de los momentos en que ese continente estuvo a punto de caer en el abismo, pero siempre, casi siempre surge el asidero, la barandilla, la rama del árbol que nos sujeta en un último instante, algunos a eso lo llaman la mano de los dioses; en ese país no es nada de extraño.

Cuenta Margo Glanzt, en su libro "Saña":
  • "De todas las manifestaciones de respeto a la suciedad -pero también a la higiene-, la más asombrosa consiste en utilizar la bosta de las vacas como producto de limpieza, como sucede en la India. Para algunas sectas de la India, la vaca pertenece al reino de lo sagrado. Una forma curiosa de concebir lo sagrado: las vacas pasean por la vida de manera miserable, ni más ni menos que cualquier hindú de la casta de los intocables."
Este vídeo que me envía mi amigo Flor+ián produce la misma sensación de vértigo ante el abismo, cuando caminas por un camino enclenque como en India, en este caso por el llamado "Camino del Rey": el vértigo no me ha permitido ver el final del camino pero yo sigo luchando desde 1948 para llegar hasta el final.




8 de diciembre de 2008

Esta es mi taza



Estos días escucho a Van Morrison y me miro en el espejo. Observo mi cara por ver si el pelo se ha vuelto castaño, las arrugas no existen y las mejillas parecen moteadas de acné. Me emociono al oír cantar a Mikel Leboa su "Txoria txori".

¿Qué me pasa?, leo poesía y lo más asombroso: me atrevo a buscar presuposiciones y sobrentendidos en frases que se me ocurren al levantarme por las mañanas. Los petirrojos se esconden bajo los arbustos, las calles mojadas, la gente abrigada con paraguas. No estamos en primavera y yo leo a J.R. Jiménez... Me asombro cuando me atrevo a escribir:


Esta es la taza de mi desayuno.
Esta taza casi rota,
con su grieta que amenaza,
recibe mi mañanera mirada
desde que deje la oficina.
La blanca leche de la rutina
que se ofrece al silencio
cómplice del que no oye los gritos
ni ve el humo de los nuevos crematorios.

Esta es la taza de mi desayuno,
en la ciudad llena de palmeras,
indecente falatriz de lo hueco,
negrecidos naranjos bordes,
columnas de plástico fluorescente.
Mi primer trago para celebrar
otro amanecer blanco
sin sueños rotos
desde aquel septiembre sucio
de quejidos de ópalos nobles.

Esta es mi taza donde desayuno
leche para llenar un poco más
el cauce azul del río del tiempo
en esta ciudad sin montañas,
mientras escucho los quejidos
de Van Morrison.


Discover Van Morrison!


6 de diciembre de 2008

Los nuevos fantasmas

En esta foto de junio de 1944, en el París ocupado por las tropas de Hitler, se resume de una forma plácida la fuerza del pensamiento francés del siglo XX. Pensamiento ilustrado por el pintor de moda, Picasso. El único que sale movido es el psicoanalista Jacques Lacan, y de ellos el que está sentado junto a Camus, enredando con el perro, ha resumido en sus escritos la evolución de aquel pensamiento de vanguardia, amalgama de marxismo, surrealismo, existencialismos, psicoanálisis, humanismo, Michel Leiris que terminó como director del Museo del Hombre en París.

En "Huellas" que he leído estos días, el etnógrafo Leiris habla de su libro "El África fantasma", (1934) , ahora publicado por la editorial Pretextos como "El África fantasmal", que relata su viaje del Atlántico al Mar Rojo iniciado como una evasión pero que termina por situarlo dentro del pensamiento antropológico occidental. Hay un momento que se pregunta:

"¿ sólo en el seno de su propia civilización dispone un occidental de oportunidades de realizarse, en el aspecto pasional, a pesar del capitalismo que en medida creciente tiende a imposibilitar toda verdadera relación humana? Sin embargo, una vez más aprenderá que ni aquí ni en ninguna otra parte puede el hombre escapar a su aislamiento; de suerte que, un buen día, volverá a partir, atrapado por nuevos fantasmas, ¡aunque esta vez sin ilusiones!"

Y a estos nuevos fantasmas que nos empujan a salir de nuestro aislamiento, aunque sea sin ilusiones, hoy después del 11-S ¿qué autores los mostrarán? ¿dónde están los Camus, Sartre, Lacan, Beauvoir, Picasso, Leiris del siglo XXI?