7 de agosto de 2018

LA BALA EN LA SIEN


Cuando se abrió la puerta del ascensor se cumplieron mis temores. En el suelo yacía el escritor del octavo, con su gabardina azul, y un agujero en la sien.

El autor apagó el ordenador. Cogió  su gabardina azul y mientras llegaba el ascensor pensó que su novela sería un best-seller.

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