El anciano representante de uno de los dioses del Mediterráneo ha visitado estos días Madrid, y para escuchar sus palabras han acudido miles de personas, jóvenes, curas, monjas, obispos, banqueros, grandes empresarios, importantes consejeros de multinacionales extranjeras, políticos.
Sus palabras hablan del Señor, de su Iglesia, de Amor y de Pobreza, de Esperanza. Ha habido heridos, tormentas, danzas, músicas, saludos, abrazos, multitudes.
En los periódicos, los editores han lanzado sus mejores ideas para plasmar en portada y contenidos aquello que gusta a curas, monjas, obispos, banqueros, grandes empresarios, importantes consejeros, políticos y dan por supuesto que a los jóvenes.
Nadie se ha acordado de los danzantes Yaquis, de los humildes y pobres paganos.
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