7 de noviembre de 2010

Felicidad eterna


Hoy he recordado una frase de Stendhal al ver por la televisión imágenes de la visita del Jefe de Estado del Vaticano, el representante de Dios que une su cargo político con la defensa de las creencias religiosas de la mayor secta hebrea. La Iglesia Católica, Apostólica y Romana es la institución religiosa más importante cuyos fundamentos más visibles se basan en los ritos, símbolos, ropajes, monumentos y joyas.  Este hombre, teólogo dicen, es la personificación de la felicidad eterna como la entendía Henry Beyle que mucha gente, descreídos, apóstatas y ateos no entienden:

"No son las acciones más o menos útiles a los hombres, es el cumplimiento escrupuloso de los ritos lo que, en este país, conduce a la felicidad eterna. El italiano siente y cree que se es feliz aquí abajo satisfaciendo sus pasiones, y, en la otra vida, por haber cumplido con los ritos."
 (Roma, Nápoles y Florencia. Ed. Pre-Textos)