Nunca he sabido por que un determinado actor, que no es de los más fulgurantes, puede ser atractivo en el sentido cinematográfico, es decir, que al aparecer en la pantalla provoca un determinado sentimiento que oscila entre la desazón y el afecto.
Esta situación puede ser que sea un residuo, desecho más bien, de una digestión filosófica del sentido de la vida representada en la figura del cuerpo del actor, imagen desvalida, desaliñada, atormentada pero decidida. Inquieta pensar que bajo esa imagen puede estar representada la fijación infantil de búsqueda del padre orientador y justiciero.
La última película que vi de Harry Dean Stanton fue "Una historia verdadera" de David Linch, me emocionó el final. Esa escena colofón de atracción-repulsión, es genial.
La foto es del incruento fotógrafo Geoff Cordner que estuvo por estas tierras en 1993.
2 comentarios:
Sorprende la tranquilidad de Harry Dean Stanton, cuya expresión hierática, no deja adivinar sentimiento alguno, esta como ausente, abstraído o quizás representando como actor que es dominando instintos adormecidos por la edad. .
La modelo su compañera en la foto, está muy pendiente del fotógrafo, para salir bien, pues le serviría de publicidad para ser contratada en extraños papeles.
El autor del espacio, que como joven revoltoso expone foto ajena, juicio y comentario, de el posiblemente Freud, diría: el inconsciente, encierra frustraciones que despiertan sueños y deseos que se proyectan en su publicación, produciéndole una excitación morbosa.
Cuídate y tomas abundantes duchas de agua fría.
Con la foto, me acordé de Manuel Álvarez Bravo y una mujer.
La película también me pareció muy buena.
Abrazos.
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