
Jean-Claude Carrière anda por el mundo recolectando cuentos y relatos por puro placer. Guionista predilecto de mi paisano Luís Buñuel, ha recogido en un libro de la Ed. Lumen una colección de ellos, agrupados por temas que ayudan a pensar, a filosofar. Ha rebuscado la sabiduría acumulada en los cuentos que se pasan de boca en boca, aunque añade otros que él extrae de las noticias diarias, escenas de películas o que se inventa.
En la famosa fotografía es el único que lleva barba y yo no sé si los que están sentados realmente fueron lo que fueron gracias a escritores como Carrière que coleccionaban historias y que además sabían mostrarlas en un medio tan diferente como es el cine.
Yo quiero con este pequeño cuento, extraído del mencionado libro -El círculo de los mentirosos- que tradujo Néstor Busquets (2000), iniciar una colección de relatos para poderlos releer pacíficamente las tardes de cualquier invierno aunque sea tan cruel como este.
Se titula "La ropa de mármol" y dice:
La siguiente historia marroquí ofrece una estructura clásica a menudo utilizada.
Un sultán ordenó a un pobre sastre de Fez que le fabricase un traje de mármol y le advirtió que, si no lo hacía, le cortaría la cabeza.
El pobre hombre, al ver que estaba perdido, se puso a llorar. Pero su hija, de espíritu agudo, vino en su ayuda. Cuando el sultán reclamó el traje de mármol, el pobre hombre hizo que le dijeran:
-La ropa está lista. Pero necesito hilos de arena para coserla. ¿Puedes enviármelos?
En estos tiempos de tempestades y de crisis, en el que pedimos tantas cosas imposibles bien podríamos encomendar el trabajo a un sastre con una hija tan aguda.
Carrière