8 de noviembre de 2008

Obama oulipiano


Las casualidades se provocan, se alimentan con nuestra curiosidad, con nuestro lenguaje. Estoy leyendo el último libro publicado del escritor que quiere desaparecer y está en todos los encuentros literarios, Vila-Matas. En su “Dietario voluble” habla del “oulipiano” Raymond Queneau y su “Ejercicios de estilo”. Vila-Matas dice que lo leyó en el 81 en un autobús de Barcelona, yo lo hice en el autobús Línea 11 de Valencia siete años después. Lo tengo cerca por su original y sencilla escuela de escritura y también por la sonrisa que arranca en alguno de sus relatos: “En aquel S meridiano había, además del olor habitual, olor a ave, haces, haches, Hades; a efigies, hachís, jota, caca, leyes;...”


Hoy viendo la magnífica revista LUKE , que visito muy de tarde en tarde, encuentro un artículo sobre el mismo libro mientras en la televisión nos bombardean con el nuevo Presidente Obama. Es como si estuviera viendo la misma noticia en diferentes tiempos verbales, personas hablantes, intercambio de letras, oraciones simples, extensas subordinadas, tiempo de esperanza, con interjecciones, anáforas, con moraleja, estilo publicitario, pretérito indefinido, arco iris, amanerado, en plan zoológico y así hasta noventa y nueve formas de relatar, describir un mismo hecho: la elección del primer presidente de los EE.UU. que es negro.


Establecer diferentes relatos con un mismo tema es un resumen del paso del tiempo visto en diferentes espacios, con diferentes silencios, que dice mucho de su autor y del lector que recoge esas colecciones de palabras con paciencia.


Pero lo fantástico es que después de leer alguno de los relatos de Queneau, ver en le televisión las repercusiones del fenómeno Obama, las noticias nos han regalado la guinda de los posibles relatos que Raymond Queneau titularía como Relato Berlusconiano:


"Obama ha tutto è bello, giovane e abbronzato"



3 comentarios:

Anónimo dijo...

En efecto, ando desaparecido en todas partes. Hoy allí y hoy aquí. En un blog como el suyo, donde aparecen tantas montañas, no debería faltar alguna referencia a Derborence, de Charles-Ferdinand Ramuz. Lo ha publicado Nortesur literaria: "Derborence, la más emblemática historia escrita sobre las montañas del Vaud y el Valais.

V-M

Anónimo dijo...

ver blog
www.enriquevilamatas.com
(sección blogs)

Conciencia Personal dijo...

Más que un ejercicio de plantear la misma información de diferente manera los mismos medios, nos deberían entregar un ejercicio de libertad de expresión y de información.

La esperanza declinará; no olvidemos que, es Estados Unidos...