14 de agosto de 2012

Wagner en la catedral de Colonia


En nuestro viaje a Colonia, el primer día no pudimos ver el interior de la catedral porque estaban celebrando una misa y los guardianes de la catedral, altos y fuertes, con su sayón rojo encendido, nos lo impedían. En la plaza un grupo de estatuas vivientes esperaban a los turistas y paseantes. La inmensa mole dedicada a San Pedro y María - en el orden de los nombres ya se aprecia la influencia del estatus papal- del siglo XIII y terminada en el XIX junto con la estación de ferrocarril. Tradición y progreso a lo grande...

El último día oímos un concierto de órgano junto a miles de personas de todas las edades que llenaban todos los asientos disponibles, fueran bancos, sillas plegables, escalones de los altares y tumbas, en sillas de ruedas. Unas tres mil personas según la página web de la catedral. Fue impresionante.
Gracias al omnipresente buscador he averiguado que ese día el organista era Winfried Bönig, el titular de la catedral, interpretó obras que iban de Richard Wagner a Engelbert Humperdink (su ayudante en Bayreuth y compositor de la ópera Hansel y Gretel). Los dos órganos vibraron como nunca había oído.


Fue todo un detalle, que el organista de la catedral decidiera interpretar obras del antisemita junto con el autor de una ópera infantil con escenas de miseria, hambre, explotación.

3 de agosto de 2012

Caballos celestiales



Leni murmuró: "Debemos intentar seguir marchando con un coche terrestre tirado por caballos celestiales", alusión que las obvias lagunas de la formación cultural de Clementina no le permitieron comprender.
"Retrato de grupo con señora" de H. Böll, muchas vidas resumidas en un relato que quiere ser objetivo para que la historia de Alemania resulte creíble. Al final, se hace necesario, después de tantas vidas destrozadas y tanto empeño en seguir viviendo se hace necesario seguir buscando los caballos celestiales, lo no-real, lo onírico.