29 de octubre de 2007

Una película amable



Hoy he ido al cine y me he emocionado como un niño. Esta historia tan sencilla del encuentro de dos amigos de la infancia y el cántico sin aspavientos al hedonismo pueblerino, a la vida sencilla que permite contemplar a los demás dentro del paisaje que nos rodea, con carcajadas muchas veces pero también con un sentimiento de humildad, que nos hace más autónomos. Una delicia, como un buen vaso de vino que puede ser una creación sofisticada como una pintura de óleo (La balsa de Medusa) en un cuadro o sencillo como un buen caldo del viñedo más cercano.

26 de octubre de 2007

EL MAL

El poeta que inició la idea de "malditismo" en muchos escritores que viven inmersos en las bodegas más oscuras de la sociedad pero que, al final, suben a la cubierta del barco lanzado a los mares del buen vivir y esconden en un baul polvoriento sus vivencias más intimas. Poetas que nos dejan muchas veces un amargo sabor en la mirada, cuando leemos sus obras lejos del tiempo vivido por ellos pero siempre reales ahora que las leemos.

Esta es una de esas poesías que aquel muchacho salvaje (aunque bien amparado siempre por la gratificante sombra de su madre en Charleville) escribió con 17 años en 1870 y que parece escrita en 2007. ¿Tenía claro cuál era la naturaleza del mal? A ¿qué mal se refiere?¿la guerra? ¿Dios? La respuesta está en cada lector, como siempre.


"Mientras que los gargajos rojos de la metralla
silban surcando el cielo azul, día tras día,
y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríe
se hunden batallones que el fuego incendia en masa;
mientras que una locura desenfrenada aplasta
y convierte en mantillo humeante a mil hombres;
¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba,
en tu gozo, Natura, que santa los creaste,
existe un Dios que ríe en los adamascados
del altar, al incienso, a los cálices de oro,
que acunado en Hosannas dulcemente se duerme.
Pero se sobresalta, cuando madres uncidas
a la angustia y que lloran bajos sus cofias negras
le ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo."


22 de octubre de 2007

Caricaturas




Cuando veo los “escándalos” que se han montado con las caricaturas de El Jueves, las cacerías del Rey y otras ridiculeces, uno piensa que estando en el año 2007, como estamos, a este Reino de España todavía le quedan trescientos años para estar al mismo nivel que Inglaterra por ejemplo.

En el viaje que hizo en 1792 a Inglaterra, Leandro Fernández Moratín se maravillaba del grado de libertad que tenían los súbditos del Rey de Inglaterra tanto religiosa como de opinión. Lo más llamativo era la abundancia de caricaturas de los poderosos y, en muchos casos, de “bastante mérito”. En sus Apuntaciones sueltas de Inglaterra comenta:


“Las caricaturas inglesas son muy divertidas: hay tiendas en Londres que pueden llamarse almacenes de ellas, tal es su abundancia. Todo es asunto acomodado para estas obras: la literatura, la moral, y sobre todo la política, prestan amplia materia a los artífices de este género grotesco, para sacar todos los días nuevas invenciones. ¿Se quiere ridiculizar a un escritor, por más sabio, por más respetable que sea? No hay sino valerse de uno de estos mamarrachistas, que con cuatro líneas y un poco de color le pondrá en ridículo, le presentará al público, y no habrá quien pase por la calle, que no suelte la risa al verle de tan lastimosa figura. Muchas veces una caricatura suple, y aun excede, a la crítica o la sátira más amarga. He visto en estas estampas ridiculizadas las modas de todas las naciones, sus costumbres, y aun sus virtudes: la gravedad de los magistrados de Inglaterra, la afectación de las señoritas, el verdor de las viejas, la vanidad de los nobles, la bajeza de los cortesanos; en una palabra, todos los vicios del hombre en sociedad, expuestos a la risa y al escarnio público. Los debates del Parlamento, los proyectos de los ministros, las resoluciones del Gobierno, los acaecimientos políticos, nacionales o extranjeros, se ven igualmente representados en ellas, unas veces por medio de la alegoría, y otras en composición historial. En unas está el Rey de Inglaterra cagando en un bacín, y celebrando al mismo tiempo consejo privado con sus ministros, representados en figuras de lobos, garduñas, zorras y aves de rapiña. En otras le están éstos metiendo proyectos por el culo con una jeringa; y al paso que los recibe por detrás, los va vomitando encima del Parlamento, que está en cuclillas, recibiendo con grande humildad cuanto el Rey le envía. En otras está el Príncipe de Gales saltando de un birlocho que va disparado, y se le pinta en actitud de caer sobre su querida lady Fitz-Herbert, que está ya en el suelo, panza arriba, con las piernas abiertas para recibirle. En otras el lord Macartney, embajador de Inglaterra, está besando el culo, con mucha devoción, al Emperador de la China. En otras hay un besaculos general, empezando por el Rey, a quien siguen los ministros, el Parlamento, el Clero, el lord Corregidor y el pueblo de Londres, que es el último; y a éste, en vez de besársele, se le azotan cruelmente unos sayones, que le gritan al mismo tiempo: ¡libertad, prosperidad! ¡Viva la Constitución! Si así tratan a su Rey y a sus ministros, no hay que esperar que sean más contenidos con las demás naciones: jamás he visto más abatida la majestad, que en las caricaturas inglesas; ni hay soberano de Europa, por más temido y poderoso que pueda ser, que haya escapado de hacer papel de botarga en ellas, y de haber servido de diversión por dos o tres reales al populacho de Londres.
El ridículo de las caricaturas consiste en tres cosas:
1. en el modo satírico con que se presenta el asunto, que equivale a la fábula en la comedia;
2. en las actitudes de los personajes, que equivalen a las situaciones del teatro;

3. en lo recargado de los gestos, que es lo mismo que la expresión de los caracteres risibles que se introducen en un drama.
Una caricatura es, respecto del diseño en el género agradable, lo que una farsa respecto de la buena comedia. Entre las muchas obras de esta especie que diariamente se publican, hay algunas de bastante mérito; y como en la pintura ha habido autores célebres, también en este género grotesco y recargado, que es un ramo de ella, los ha habido y los hay.”

Precisamente hoy, en el diario ABC, el historiador John H. Elliott habla de que la raíz de los Estados modernos arraigó en tierras con libertad y tolerancia religiosa garantizada; los dos países que cimentaron estos principios fueron Inglaterra y Holanda.

Religiones I

Cuando uno ve con atención el recorrido de nuestras "civilizaciones", al calor de las actuales religiones, en este mapa animado que he encontrado en Retiario:



la verdad es que hay que tener mucha fe para creer que después de tantos siglos de fuego y sangre podamos algún día vivir, en paz, bajo un mismo cielo aunque de diferentes "amos".
Lo único que sabemos es que por ahora con el imperio sólo de la razón o de una religión única no es posible, utilizando un término musical, la armonía. Recalco lo de por ahora y sólo, la esperanza es lo último que hay que perder en el camino hacia un sociedad de humanos en que la FE y la RAZÓN no se destrocen mutuamente.

18 de octubre de 2007

Entre palabras y una imagen:el culo.

Más hermosa que cortés,

donde la virtud caresce,

el culo, no le negues,

qu’en el gesto le tenés,

si en las nalgas os fallesce.

Y si hay algún primor

para no tener ninguno,

yo digo que algún gordor

el coño y el salvhonor

os ha hecho uno.

Assí como Dueratón [=afluente del Duero]

pierd’el nombre entrando en Duero,

assí por esta razón

perdió el nombre el abispero

cuando entró en el coñarrón.

Estos versos de Diego de San Pedro, probablemente escritos en el Castillo de Peñafiel cuando era su alcalde en 1466, fueron publicados en 1511 con gran éxito en las cortes europeas dentro del Cancionero General, compilado por Hernado del Castillo que por aquel entonces estaba en Valencia al servicio del Conde de Oliva. Sus versos son una muestra sencilla de cómo, en los preámbulos del Renacimiento, el amor cortés no está reñido con el más íntimo y carnal afecto físico de los cuerpos, cuerpos que arrastran desde la Edad Media el estigma del pecado y de la perdición. El lenguaje utilizado es el más cercano al que habla el pueblo llano en su vida cotidiana; para expresar estas vivencias no se utiliza el lenguaje de la Administración Real y Eclesiástica, el latín.

Habrían de pasar casi dos siglos para que Velazquez nos deslumbrara con el primer desnudo integral de la pintura española, ya entonces se pensaba que una imagen es más "peligrosa" que un poema. Venus del Espejo que está en la National Gallery de Londres y que una feminista lo quiso destruir en 1914 de siete puñaladas; es como si esta señora inglesa quisiera cerrar el círculo iniciado cuatro siglos antes con el poema Diego de San Pedro “A una señora a quién rogó que le besase y ella le respondió que no tenía culo”.

12 de octubre de 2007

Doris Lessing, la admirable intolerante.

Hace años que leí Un paseo por la sombra, libro autobiográfico de Doris Lessing, pero me dejó una sensación de mujer valiente con la mirada firme sin estridencias; de quien sabe que el futuro aunque parezca duro siempre se alcanza reconociendo nuestra pequeñez humana con sus grandes errores pero con ideas sin sectarismos.

Aquella mujer que supo ver por donde camina la historia, porque ella descalzó sus pies para luchar sin perder de vista la claridad de las ideas para una sociedad humana sin distinción de banderas o himnos.

Este libro empieza con una cita de un escritor sufí (por cierto hijo de afgano y escocesa) que hoy, diez años después, es aún más vigente:

“Las personas, individualmente y en grupo, tienen que tomar conciencia de que en realidad no pueden reformar la sociedad ni relacionarse con los otros como seres razonables a no ser que cada individuo haya aprendido a delimitar y a tener en cuenta las diferentes pautas de las instituciones coactivas que le rigen, sean o no oficiales. Poco importa lo que le dicte la razón; reincidirá siempre en la obediencia a la entidad coactiva mientras lleve dentro de sí sus pautas” (Idries Shah, Caravan of Dreams).

Me alegra que los del Nóbel hayan pensado en esta mujer sencilla, escritora, lúcida, firme y luchadora en un mundo tan acartonado como es el de la literatura triunfante. Al final del libro autobiográfico escrito en 1997, después de relatar sus peripecias personales y actividades políticas de los años sesenta, escribe:

“A finales de un siglo de gran romanticismo revolucionario; de aterradores sacrificios para alcanzar los paraísos y los cielos en la tierra y el debilitamiento del estado; apasionados sueños de utopías, mundos fantásticos y ciudades perfectas; intentos de comunas y mancomunidades, de cooperativas, de kibutzin y koljoses… después de todo esto, ¿quién de nosotros habría creído que la mayor parte de los habitantes del mundo se conformarían agradecidos con un poco de honestidad, una mínima competencia del gobierno?

Uno admira a esta mujer, antaño intolerante y luchadora contra el racismo de su país, las desigualdades sociales y ahora, también intolerante, con la alienación de las ideologías. Una mujer que ahora a sus 87 años piensa esto de los hombres, según destaca en una entrevista en The Times:"Los hombres han sido un invento reciente. Tienen ideas diferentes, pero son imprevisibles, no se puede contar con ellos. Todavía no se ha asentado. Estará usted de acuerdo en que, la mujer es más firme, sólida. Tienen un empaque con raíces, aunque no pensemos así"

9 de octubre de 2007

La anguila y el pozo



Aún aturdido por la muerte de un sobrino, joven profesor de Ecología, he acudido a mi colección de poetas nórdicos con la ilusión de refrescarme con las estrofas de nieve y vida, que con tanta pulcritud te encuentras en las hojas del libro Poesía Nórdica (Ed. de La Torre).

Este poema escrito en 1982 es inquietante pero sereno. Es de Lars Gustafsson, poeta, filósofo y novelista que precisamente el pasado mes de mayo publicó un artículo (La lógica de la tolerancia) en EL PAIS, donde explica su postura sobre el multiculturalismo en una sociedad occidental en crisis.
A uno le ocurre, como al poeta, que a veces se siente anguila y pozo a la vez:
En la vieja Escania había una costumbre:
En los negros y profundos pozos
echaban crías de anguila marina.
Estas anguilas se quedaban toda la vida
cautivas en las tinieblas de los profundos pozos.
Manteniendo el agua limpia y cristalina.
Cuando alguna vez sube la anguila del pozo,
blanca, horrorosamente grande, capturada en el cubo,
ciega, retorciéndose, entrando y saliendo
del misterio de su cuerpo, sin saber, inconsciente,
todos se apresuran a echarla de nuevo al agua.
A menudo me creo estar
no sólo en lugar de la anguila en el pozo,
sino ser pozo y anguila a la vez.
Prisionero en mí mismo, pero ese yo
es ya algo diferente. Estoy allí.
Y lo lavo con mi serpenteante,
barrosa, blanquecina presencia entre tinieblas.

1 de octubre de 2007

Musil y la estupidez



Después de dar un paseo por los medios de comunicación, tertulias blogeras, uno casi se atrevería a meditar y escribir sobre la estupidez reinante en estos tiempos que vivimos. Pero mejor será acudir a Robert Musil y transcribir unos párrafos de una conferencia que pronunció en la Confederación Empresarial Austríaca en 1937. Empieza con esta pequeña introducción:
"Si la estupidez no tuviera algún parecido que le permitiese pasar por talento, progreso, esperanza o perfeccionamiento, nadie querría ser tonto. Esto lo decía en 1931; ¡ y nadie se atreverá a dudar que desde entonces el mundo ha visto aun más progresos y perfeccionamientos!"
Hace una exposición de los diferentes significados que puede darse al hablar de la tontería o estupidez, y termina con la más peligrosa que es la más influyente en los medios políticos y de comunicación: la estupidez "inteligente". La define como la que se atreve a medirse con tareas que no le competen. Dice Musil que "esta tontería elevada es la enfermedad propia de la cultura. Se extiende hasta las formas más altas de intelectualidad; pues así como la tontería auténtica es una artista apacible, la inteligente es la que coopera al continuo trajín de la vida espiritual pero sobre todo a su inconsistencia y falta de resultados...La tontería que aquí se aborda no es una enfermedad mental y sin embargo es la más mortalmente peligrosa"
A todo esto Musil responde con el más importante medio,yo diría que único, para enfrentarse a la estupidez: la modestia, que no debe implicar una parálisis en el juzgar o decidir cuando no se entiende suficientemente lo que tenemos que abordar en nuestra vida.
Terminaba su disertación ante los empresarios austríacos, repito en 1937, con una máxima que supone ya medio camino hacia una forma de vida plena de perspectiva "obra tan bien como puedas y tan mal como sea preciso, y mantente siempre consciente de los márgenes de error de tu acción"