Esta imagen de Marc Sardón ilustra con precisión lo que ha pasado estos días en Valencia. Las protestas de los estudiantes de bachillerato, protestas llevadas a cabo pacíficamente desde finales de Enero, por los recortes del gobierno autonómico en la enseñanza pública. Esas manifestaciones han sido reprimidas brutalmente, sin contemplaciones, por la sencilla razón de que hay que transmitir a la ciudadanía la idea de que ahora quién manda es un poder firme y con autoridad sin remilgos: la derecha pura y dura.
El policia porra en mano se acerca a la joven, y el fotógrafo nos deja que seamos nosotros, espectadores sedentarios, los que hagamos viva la auténtica intención del funcionario: ¿le atizará un porrazo o la calmará para que se vaya tranquila? Pero la violencia que transmite y el horror de la víctima ante el repartidor de sufrimiento es evidente. No nos deja indiferentes, nos obliga a tomar partido por la víctima o el potencial agresor. Es entonces cuando el espectador sedentario acomoda sus sentimientos a sus razonamientos.
Leo a Frank Kafka: "Puedes echarte atrás ante los sufrimientos del mundo, eres libre de hacerlo y de hecho es lo que corresponde a tu naturaleza, pero quizá precisamente ese echarte atrás es el único sufrimiento que podrías evitar"