14 de febrero de 2010

Julio Cortazar el renunciador


Leo en voz alta, con música de Fats Waller, estas línea de  Rayuela:
Morellianas. Basta mirar un momento con los ojos de todos los días el comportamiento de un gato o de una mosca para sentir que esa nueva visión a que tiende la ciencia, esa des-antropomorfización que proponen urgentemente los biólogos y los físicos como única posibilidad de enlace con hechos tales como el instinto o la vida vegetal, no es otra cosa que la remota, aislada, insistente voz con que ciertas líneas del budismo, la vedanta, del sufismo, de la mística occidental, nos instan a renunciar de una vez por todas a la mortalidad. 


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3 comentarios:

Sirena Varada dijo...

Acaso esas líneas de budismo, la mística occidental etc. induzcan a comprender la levedad de la vida, y eso se resuelve en la incertidumbre plena de que los pasos vayan por un lado y tú los veas libremente marcharse a su ajeno decurso.

Se agradece la música.

Un saludo

Clarice Baricco dijo...

Empiezo a creer que Luis y tú acabarán conmigo. (Esto es un halago). Tanta nostalgia y verdad derramadas en sus letras.

Vuelvo con lo mismo: la foto es hermosa.

Buenos ojos amigo.

Abrazos.

Amparo dijo...

Hola! Música, foto, y el texto de Cortazar me ha encantado. Da gusto venir aquí. Gracias por los ratitos tan buenos que me haces pasar.

Siempre estamos en la cuerda floja, hay que aprovechar todos los momentos. Es bueno tenerlo muy presente y celebrarlo cada día.

Muchos besos

P.D. He abierto de nuevo el blog. Ya me tomé el tiempo que necesitaba.