28 de febrero de 2009

Filosofía en las mazmorras



  • Escribe en su blog David Carril sobre la actual y paradójica situación de la filosofía, cuando se cuestiona su finalidad en el sistema educativo por lo del barullo de Bolonia, y casi sin quererlo me viene a la mano un relato del austríaco insustituible, como decía Fernando Savater, "El malogrado" (Der Untergeher) de Thomas Bernhard.Hay un párrafo, es un decir dada su escritura densa y repetitiva, que refleja hacia donde camina nuestra capacidad de reflexión, de interrogarnos, de buscar lo no evidente:
"Nuestras bibliotecas son, por decirlo así, establecimientos penitenciarios, en los que hemos encerrado a nuestros grandes del espíritu, a Kant, como es natural, en una celda individual, como a Nietzsche, como a Shopenhauer, como a Pascal, como a Voltaire, como a Montaigne, a todos los muy grandes en celdas individuales, a todos los demás en celdas colectivas, pero a todos para siempre jamás, mi querido amigo, hasta el fin de los tiempos y para la eternidad, ésa es la verdad"
  • En "El malogrado" T. Bernhard muestra los pensamientos de tres personajes, el malogrado, el filósofo y Glenn Gould que luchan por triunfar y el mundo que los rodea los zarandea hasta hundirlos menos a Gould. Es un relato con pasajes reales de la vida del pianista para dar más fuerza a las reflexiones sobre el existir en una sociedad hipócrita y aborregada.
  • En 1991,dos años antes de morir, Tatiana Nikolayeva interpretó la Variaciones Goldbeg en el festival de Granada y contaba como en 1957 conoció a Glenn Gould: "...en la famosa sala del conservatorio de Moscú estaba casi vacía. Yo era el único profesional, pero tras la primera parte todos corrimos al teléfono para avisar a los demás que vinieran. En el segundo concierto de Gould la sala estuvo abarrotada" Triunfó sin pensarlo.
  • Después de leer a T. Bernahrd necesitas trastear a los ensayistas que nombra y escuchar su música y preguntarte si merece la pena oír los berridos de los que buscan soluciones para la Universidad cuestionandose el papel de la filosofía y sepultándola de la vida activa de la sociedad que sostenemos con esfuerzo y miedo al hundimiento.


25 de febrero de 2009

Cielos usuales y lúcidos



Lanzarse a la calle, abrigado por las noticias del periódico, a luchar contra el agotamiento que provoca las mentiras cotidianas y ver que no te hundes, es como si estuvieses blindado. Llega un momento que te crees que todo es bello, es bueno y eso te hace sentir feliz, olvidas las inmundicias que te rodean y cantas con el Pessoa modernista en su "Ode triunfal" (1915):

A maravilhosa beleza das corrupçoes políticas,
Deliciosos esândalos finaceiros e diplomáticos,
Agressóes políticas nas ruas,
E de vez em quando o cometa dun regicídio
Que ilumina de prodígio e Fanfarra os céus
Usuais e lúcidos da Civilizaçao quotidiana!

(¡Maravillosa belleza de las corrupciones políticas,/deliciosos escándalos diplomáticos y financieros,/violencia en las calles/y de vez en cuando el cometa de un regicidio/iluminando con Prodigio y Charanga los cielos/usuales y lúcidos de la Civilización cotidiana!)

Cuando levantas la cara al cielo, un avión atraviesa la nube del atardecer, y comprendes que nadie lo puede parar entonces es cuando te sientes casi como un escarabajo insensible pero feliz. Sin pensar nada te encaras la máquina,sacas la fotografía, reflexionas y ves cómo has parado el avión.

18 de febrero de 2009

Conmemoración de la destrucción


W.G. Sebald escribió un libro "Sobre la historia natural de la destrucción", autor que según Javier Marias pronto dejará de leerse porque murió demasiado pronto, donde expone el ambiente de silencio y olvido que se extendió en los medios culturales de la Alemania de la posguerra. Silencio incluso ante las matanzas, de miles de civiles indefensos, provocadas por los aliados con sus "moral bombing" . Como dice Sebald al referirse a Heinrich Böll "cuya melancólica novela sobre las ruinas El ángel callaba se privó al público literario más de cuarenta años...", la obra se publicó después de morir el autor en 1992. Ese silencio, decidido por los vencedores para una rápida cicatrización del costurón criminal de los nazis, continuó pero ampliado a todas las masacres que no cesan.

Estos días se "celebraron" conmemoraciones para recordar los bombardeos de la aviación británica del 13 al 15 de febrero de 1945 en la ciudad de Dresde. Al igual que en Guernica, Varsovia, Coventry, Leningrado, Hamburgo,Hirosima, Monrovia, Sarajevo, Grozny y Bagdad, pronto incluirán en la macabra relación a Gaza, son matanzas con víctimas inocentes decididas por mentes que piensan en digital, 0 o 1, tu o yo. Esa estrategia de "moral bombing" no ha terminado, ni terminará mientras esas honorables mentes homicidas estén convencidas de que la tormenta que agita las alas del ángel de Walter Benjamin, el progreso, la inician ellas.

Cuando la fotógrafa Margaret Bourke-White entró en el despacho del alcalde de Leipzig, suicidado junto con los cadáveres de su mujer y hermana, comprendió que aquella barbarie no terminaría con los cadáveres nazis postrados en sus confortables sillones y la única esperanza sería el enclenque cuerpecillo del Mahatma Gandhi.


11 de febrero de 2009

Solo, Huidobro


Tumba de Vicente Huidobro (via Paul Tellería)

El año en que yo nací moría el poeta que estos días leo. Un libro de Vicente Huidobro que me ha interesado en principio por la vida, tan distante , que llevó durante muchos años. Busco en sus palabras algún eco de esas vivencias y me doy cuenta de que su obra es como una constelación de imágenes pictóricas que se presentan al lector como algo íntimo y superficial al mismo tiempo.

Nació a los treinta y tres años, se peleó con artistas encumbrados en la gloria, vino a Valencia en el Congreso de Intelectuales, viajó casi como un surrealista interrogante a que casi todos causaba incomodidad y se llevó su poesía hasta el fondo de su tumba.

Este es un poema casi onírico pero muy vívido, empuja a asomarse al precipicio psicótico de la muerte y de su antesala la soledad: "SOLO"

Solo solo entre la noche y la muerte
Andando en medio de la eternidad
Comiendo una fruta en medio del vacío

La noche La muerte
El muerto recién plantado en el infierno
La tierra se va la tierra vuelve

Solo con una estrella al frente
Solo con un gran canto adentro y ninguna estrella al frente

La noche y la muerte
La noche de la muerte
La muerte de la noche rondando por la muerte

Tan lejos tan lejos
El mundo se va por el viento
Y un perro aulla de infinito buscando la tierra perdida.




6 de febrero de 2009

Paisaje sitiado

Pasear por la huerta cercada por las construcciones de nuevas viviendas, circunvalaciones, autopistas provoca el pensar dentro de una realidad que no puedo apartar mientras habito en esta ciudad elegida. Esto condiciona el que se acepte todo lo que se está tramando por los políticos de un modo perverso. El edificio en el que habito está sobre un trozo de esta huerta.

Nos obligan a vivir, sin contar con nosotros, en un entorno que compramos y derrumbamos como un terremoto imparable. Terremoto que dentro de un tiempo, quizás no lo veamos, llenará de ruinas el paisaje de los que vengan.

La huerta que queda en los estrechos márgenes de la especulación sobrevive pero no se arruina y esto provoca en el anónimo paseante una sonrisa de esperanza, como si el esfuerzo de tantas generaciones, que mi vista no percibe, sostuviera como un armazón la certeza de que el futuro de los habitantes de esta Valencia sólo sera posible con el esfuerzo de unos pocos, como siempre.