7 de enero de 2009

Intolerancia, Israel y las Alpujarras 2009

De Alpujarras


Entramos en el nuevo año por tierras de las Alpujarras, andando por senderos entre robledales, castañares y carrascas, tapizados de hojas muertas, húmedas tierras con el fondo nevado del Mulhacén. Mientras el Estado de Israel destroza con el terror de sus bombas vidas y haciendas, caminaba por el barranco de Poqueira y uno creía oír los gritos de dolor de los habitantes de estas poblaciones que en el siglo XVI fueron perseguidos y expulsados por no ser cristianos. Tierras repobladas por gentes de Galicia que abandonaron los cultivos de regadío,destruyeron mezquitas, construyeron iglesias.

En pleno siglo XXI la intolerancia, el fracaso de las culturas monoteístas y el horror como única marca indeleble de los países llamados civilizados continúa su marcha sin descanso por la historia.
Capileira, Bubión y Pampaneira han conservado sus construcciones moriscas, tejados de tierra, callejones blanqueados al borde del barranco. Las montañas, su clima, sus bosques, sus aguas no cambiaron pero los nuevos habitantes comen carne de matanza.

En tierras de Palestina estamos viviendo, una vez más, el fracaso de seres humanos que no se reconocen, encerrados en su "verdad". No saben sobrevivir sin el horror de la violencia, la muerte, la destrucción. Por momentos uno cree que Israel necesita el fanatismo, la irracionalidad de los mitos bíblicos, el terror de los otros para seguir su marcha como pueblo "elegido", para enivilecer el lenguaje y todo esto a uno lo entristece.

Con las piernas doloridas por la caminata, cielo plomizo, lluvia intermitente, días más tarde al visitar y pasear con la multitud por la Alhambra no veo en sus muros matanzas de niños, quizás porque entonces eran guerreros y ahora son máquinas disfrazadas de seres humanos, desalmados.


2 comentarios:

Celia Ruiz dijo...

Qué post fantástico que rescata de la memoria otras tragedias pasadas y que ahora se repiten sin remedio. Y todavía los medios hablan de la fase final del ataque, que no quiero ni pensar cómo será, después de lo que hemos visto hasta ahora. Es que nos hemos vuelto todos locos o qué nos pasa, por qué miramos a otro lado?

un abrazo

Amparo dijo...

Ya lo dices y muy bien dicho lo que está pasando delante de nuestras narices en pleno siglo XXI !!!
Fracaso, no hay otra palabra mejor para definir la evolución en plena era tecnológica y de tanto progreso, pero parece ser que el progreso humano siempre vuelve a su descargar su parte más cruel y oscura una y otra vez...
Occidente a todo esto parece que se ha echado a dormir una larga siesta y puede que cuando despierte vea que no queda nada de lo que ha ido amasando...vamos de culo, cuesta abajo y sin freno...miremos pa donde miremos...