29 de diciembre de 2008

Un jardín sin cerezas



No hay nada mejor que ir al cine una tarde de lluvia urbana y fría, ver una película francesa y sentir al salir de la sala que el mundo es un poco más diferente. Ayer vi la película de Olivier Asayas, que no conocía, "Las horas del verano"(L'heure d'ete) y me agradó.

"Las horas del verano" es una historia en tres movimientos: el primero, todos juntos, introducción a la vida de los personajes en la vieja casa, (flota en el aire A.Chejov); el segundo el derrumbe de un mundo lleno de recuerdos, sentimientos y de belleza por los objetos ;al final el de un mundo juvenil actual, distinto pero lleno de esperanza.

Creo que el mensaje, que flota en toda la historia, es demasiado evidente y le falta ese toque poético que por ejemplo le da Eric Rohmer a sus películas. Esa evidencia es por otra parte demasiado manida: la globalización, el individualismo, los recuerdos como algo desechable, la rancia Europa.

El mejor momento, para mí, es el rostro transformado fotograma a fotograma de Juliete Binoche por el dolor de la muerte de su madre. Entonces te viene a la cabeza tu propia vida, tu pequeña historia, el futuro y esto te emociona porque te sientes "Chejoviano", humano, demasiado humano.

7 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Tengo yo planeado ir a verla. A ver si no se me pasa. Besos.

Amparo dijo...

Que bueno que la comentes, me gusta como describes y sientes esta peli comparándola también con las vivencias propias.
Haré lo posible por verla. Gracias y muchos besos.
Amparo

Unknown dijo...

El pasado número de noviembre de 'Cahiers du Cinema' dedicaba nada menos que su portada a esta película. Espero verla pronto en vídeo.

Y sí, el cine francés sigue manteniendo una distancia abismal con referencia al español, apalancado en la comedieta juvenil de serie B.

Francesc Puigcarbó dijo...

hola! me he cambiado a Wordpress

http://www.mirador4.wordpress.com

Buen año 2009!

En cuanto al cine francés, que a mi me gusta mucho, quizás todo se reduzca a que lo hace que entiende de cine, que sabe hacer cine y que les gusta hacer cine sencillo, sin pretensiones y contando cosas pequeñas, cotidianas, aparentemente sin importància.

un saludo.

Clarice Baricco dijo...

Me gustó mucho tu expresión:
"...y sentir al salir de la sala que el mundo es un poco más diferente".

Aún no la he visto, creo que todavía no llega. La Binoche es una de mis actrices favoritas. Estaré al pendiente.

Recibe abrazos y lo mejor en el 2009 y siempre por supuesto.

Celia Ruiz dijo...

Es lo que tienen las historias, nos transforman nuestro propio mundo. J. Binoche siempre me impresiona, no sé que tiene que transmite las emociones de una manera que sobrecoge.
Un beso.

Sirena Varada dijo...

¿Demasiado humano? Todo lo que nos hace demasiado humanos, sea porque nos hace revivir una historia personal, sea porque nos hace concebir más esperanzas, es algo impagable.

Pedro, muchas felicidades para el nuevo año y un fuerte abrazo.