6 de mayo de 2007

CABANYAL SOCRÁTICO


(Fotografía de Alfred Domínguez)

Ayer asistí a un encuentro de escritores, con asistencia de Susana Fortes, Julio Llamazares, Juan Cruz, Fernando Delgado y Benjamín Prado, en el que se planteaba qué puede aportar la literatura a la sociedad, cuando los poderes políticos están empeñados en arruinar un barrio como el Cabanyal de Valencia, cuando el progreso está unido a la destrucción de un paisaje urbano: testimonio de una lucha ciudadana, apoyo con su prestigio, memoria para el futuro...Lo que más se recalcó fue que la literatura tiene que ser el altavoz del que no tiene el poder.
De todo lo que hablaron lo más impresionante fue el agradecimiento de uno de los vecinos del barrio en lucha, agradecimiento porque les fortalecía su autoestima.
Hoy la prensa local no mencionaba nada del acto: el silencio.

Sin querer, he tomado un libro de Rainer Maria Rilke y leido de sus Elegías de Duino estos versos:
¿Quién, pues, nos dio la vuelta de tal modo
que hagamos lo que hagamos siempre tenemos la actitud
del que se marcha? Como quien
sobre la última colina que una vez más le muestra
todo el valle se gira y se detiene, se demora,
así vivimos nosotros, siempre en despedida.

Y en ese detenerse muchas veces nos ensombrece la mirada una nada llamada tristeza, que podemos superar con filosofía; esto es lo que nos muestra la magnífica página que ha escrito TABANO SOCRATICO y cuyo final transcribo:
-El hombrecito en su existir humano se va inventando estratagemas inquietantes para huir el vacío, maña que consiste en no hacer nunca cuentas con el presente; el abstenerse de él, romper permanentemente con él...proyectando compulsivamente el futuro.
Por eso nos quedaremos con esta frase de Ciorán que nos sirve de asidero ante el abismo infinito de la nada:"La filosofía sirve de antítdoto contra la tristeza. Y hay quienes creen aún en la profundidad de la filosofía"-

5 comentarios:

Conciencia Personal dijo...

La literatura puede salvar a todos...quisiera intoxicarme de filosofía, pero creo que lo estoy empezando por medio de los conocimientos que siempre me provocas. Agradecida estoy, siempre es un placer estar aquí.

Te abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Embriagarnos de poesía, de filosofía, de literatura, de cine, de todo lo que podamos.

En cuanto a la película que me sugieres, ya la vi, pero creo que no entra en la temática amorosa que tengo.
Claro, son tantas que esa fue solo una selección a ese tema.
El cine no tiene fin.

Abrazos agradecidos..

Luis Rivera dijo...

Acudir a Las Elegías... es siempre útil. Encuentro en ellas, como si se tratara de un oráculo, un párrafo a punto para ser comprendido, o para comprendernos. En cuanto a Cioran, ¡que te voy a decir sino que es otro de los de cabecera...!

Anónimo dijo...

Cada día, yo también me pregunto qué puede aportar la música, mal llamada clásica, a la sociedad. Y creo que queda mucho por hacer en ese sentido.

Joseph T. dijo...

En este tema soy muy Borgeano. Creo que la literatura no debe tener ningún más fin que ella misma; que la literatura es una actividad hedonista, de gozo. Valente decía, sobre la pretendida poesía social, que la versificación no era el mejor vehículo para cambiar el mundo.
Yo lo creo a pies juntillas. Permitánme ser tosco: lo poemas no dan de comer ni evitan torturas. Además, viendo la abrumadora marginalidad de la literatura seria difícilmente puede dar voz pública a nadie. Si se trata de hacer visible la opresión para detenerla, mejor el periodismo. Maliciosamente creo que el tradicional "compromiso" de los escritores tiene mucho que ver con la mala conciencia de saber que no producen "nada" para sus cóngeneres. Making friends ;)

Por cierto, Petrusdom, gracias por enlazarme. Me verás por aquí.