10 de abril de 2007

Desde el Micalet


(Foto de Alfred Domínguez)


Hace un tiempo mi hija y su amiga, subidas en lo alto del Micalet de la Catedral de Valencia, lanzaron a la plaza de la Virgen cientos de papelinas con mensajes/epigramas/notas del tipo: "No necesitamos de tantos accesorios añadidos", "El verdadero lugar de nacimiento es aquél donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente; mis primeras patrias fueron los libros", "Los rayos de tus brazos entreabren la niebla", "Sobre la máscara te pusiste el rostro y asustaste a los niños","La soledad es legendaria como los ríos. Y como los perfumes impregna. Todo es fragancia y humo", "¿A dónde vais bajo la lluvia, amigos tenues como la voz del grillo?... los paseantes que se agachaban a recoger la nota, después de leerla miraban a lo alto del campanario y según su parecer la guardaban o la arrugaban furiosos.
Yo no sé el efecto que causó en las nubes de turistas, paseantes y piadosos feligreses aquella colección de frases, algunas de cosecha propia y otras de M. Yuorcenar, M. Lowry, A. Mutis, Bataille que caían con su brillante balanceo, pero hoy cuando vuelvo de ver como la lluvia empapaba el mar y el frío mis huesos al recordar aquella experiencia me he sentido igual que ellas subido en lo alto de esta bitácora. Por una sonrisa o una reflexión humanas creo que vale el esfuerzo de andar por estas altitudes literarias.

3 comentarios:

Ángela dijo...

Bonita manera de desperdigar palabras. Ya me hubiera gustado a mi encontrarme en esa plaza para haber recogido alguna.
Sin duda que por una sonrisa o una reflexión, bien merece la pena embarcarse en esta aventura blogeura.

Pasa buen día.

Gwynette dijo...

Solo se me ocurre: Que Orgullosa Debes Estar De tu Hija, y su amiga !!!!!

Cariños de alcachofa

Conciencia Personal dijo...

¡Por supuesto, que vale la pena!
como decimos en mi tierra: "hija de tigre, pintita"
Me hubiese gustado estar allí, para sumarme a la alegría.

Buen fin de semana.