11 de febrero de 2007

Claro y conciso


Hay que empezar a escribir igual que de niño, despacio, cuando aprendías a caminar sobre tus dos pies. Miras al frente, sonríes pero tienes miedo de que al caer te hagas daño. Miedo al dolor, al escribir.
Mirar a los que te rodean, o a los que tú buscas para que te rodeen y aprender a ser claro, conciso y amplio en lo que quieres explicar o informar al mundo mudo.
El tema que puede interesar a muchos y a muchas, temas que inciten a la reflexión, a la fantasía, a la curiosidad, a la duda, al desasosiego, a la lucha por la felicidad, a la poesía como en la Grecia clásica.

1 comentario:

Conciencia Personal dijo...

poquito a poquito como el bebé en su primeros pasos...aprendiendo a admirarse de todo...

Monique.